Lluvia

Es la primera lluvia del año, y quizás la primera de toda una temporada. El aire se vuelve levemente más tibio y las lágrimas de las nubes parecieran limpiar todo a su paso.
En ésta villa tan tranquila y rodeada de árboles, todo se paraliza; la gente se queda encerrada en sus hogares y la naturaleza pareciera revivir bajo la humedad que llena al ambiente.

No recuerdo bien cuando fue la última vez que sentí tal paz en la lluvia, cuando fue la última ocasión en la que me dio tanto agrado caminar desinteresadamente bajo el agua. Estoy levemente abrigado, pero sin impermeable ni paraguas, mas aún así quiero quedarme quieto unos instantes bajo aquellas lágrimas purificadoras, mirando directamente hacia el cielo para recibir cada gota en mi rostro.
No recuerdo bien la última vez que hice esto. Siento que fue años atrás, cuando la cruz en mi espalda pesaba mucho más, y cuando no había nada mejor que sentir la pureza de la lluvia. Estoy seguro de haber sentido la sensación de un beso en mis labios, un dulce sueño que debió haber florecido en la noche anterior a la lluvia, en la época cuando tenía más tiempo para soñar y cuando más anhelaba de aquellos mundos imaginarios.

Sí. Fue en esa época, estoy seguro. Últimamente no me había dado siquiera unos instantes para sentir el agradable roce de las gotas en mi cuerpo.

Quiero volver a caminar desinteresadamente bajo la lluvia, sentir como la noche se hace más luminosa y pura con su humedad, escuchar la brisa en mis oídos y dejar que mi alma descanse en paz.
Sólo haría falta ver la Luna Llena a través de las densas nubes para que se volviese la lluvia perfecta.

Como hadas mis sueños vuelven a florecer en ésta lluvia, como botones de flor que esperan sedientos el agua prometida.
Cuanto anhelo que sea así siempre...