viernes, 27 de marzo de 2009

Buscando la Luz

Ya ha pasado meses desde mi perdida. Han pasado meses desde que vi más allá de los límites humanos, encarando el Paraíso y el Infierno, conociendo la verdad tras el misticismo de los ángeles y de los demonios.
Las historias sacuden lentamente mi mente, mientras la Tierra ya me parece un mundo frío y patético gracias al actuar de la humanidad.

Madre Gaia muere a cada respiro y nadie hace algo al respecto.
Los cielos rojos del Este, los grandes bosques del Oeste, los grandes glaciares del Norte, las hermosas playas del Sur... todo desaparecido para la comodidad.

Comencé el año con la sombra de mi ser expandiendo mi pesar, haciéndome ver que mis sueños no podrían ser siquiera posibles de realizar.
Ningún dios, ángel o demonio podría ayudar, pues ellos están muy ocupados con sus caprichos.

Los elfos tratan de llamarme para seguir su camino, pero en mí no está la fuerza necesaria para lograr dar el primer paso, el más importante.
Los dragones llaman a lo lejos aclamando por su infinito cielo. Yo quiero volar junto a ellos, pero en mí no encuentro cómo alcanzarlos.
Los árboles me quieren contar de sus antiguas historias de héroes épicos y de leyendas inigualables, pero desde donde estoy no podría siquiera escucharlos.

La hoja de mi espada apaga su brillo mientras reposa en mi corazón, pues en mis manos no encuentro la forma de volver a blandirla.
Mi alma muere con el paso de cada año, llegando hasta el límite cruel que yo creí que jamás llegaría, sobretodo por creer firmemente en que podría lograr mis metas.

Las almas de los muertos sienten lástima por mi; los demonios sienten empatía, sobretodo al ver que he comprendido su pasado; los ángeles me ven como un ser extraño, mas los arcángeles sienten la verdad en mí y algunos pocos tratan de ayudarme... y los humanos se admiran de mi extraña capacidad, poniéndole nombres extraños como "niño índigo".

No he podido encontrar el límite máximo dentro de lo que ya es mi propio límite.
Sólo puedo dedicarme a encontrar un mínimo de satisfacción al estar con mi amada y mis amigos, al ver a las águilas volar, al sentir que en la brisa del viento puedo encontrar la paz...
Pero quisiera que de una vez terminase éste sufrimiento y pudiese descansar en paz...

Solo quiero... que éste sufrimiento termine ya, pues en mí... la Luz pareciera no estar más.

martes, 10 de marzo de 2009

Milagro Impío

El sueño de la fatídica fecha sigue latiente tanto en mi memoria como en la de muchos otros que han conversado conmigo respecto a tal pesadilla.
El sueño de la corrupción de nuestro ya humanamente devastado mundo se mantiene en mi rutina como la imponente y sanguinaria Luna que brilla con tonos rojizos sobre nuestra Tierra en su primera noche de demoniaca presencia.

Debo admitir que egoístamente para mí sería un milagro vivir aquella fecha de peligros y aventuras, sobretodo ahora que creo que miles de destinos han cambiado.
¡Para mí sería el deleitable Milagro Impío en el que seré libre de las cadenas impuestas por el Dios de los mortales!

Será la fecha en la que mi egoísta anhelo se convertirá en la más fuerte ansiedad por ayudar, por lograr metas, por luchar, por sangrar, por reírme de los temores de otros.
¿Tendré que crecer para entonces? No lo sé... Quizás solo pueda crecer una vez que comience todo.

Los bosques que los elfos ya abandonaron hace siglos se llenarán de sangre, las montañas impondrán su majestuosa voluntad, las nubes se oscurecerán negándole milagros a la humanidad, la Luna Llena será sangrienta culpando a la humanidad, el Sol será rojo mostrando al mundo las muertes que ocurrirán en su superficie...
Y en ello llegarán los ángeles celestiales para comenzar a realizar un Juicio de por sí injusto, mientras que los demonios aparecerán comandados como marionetas para realizar la venganza de los originalmente exiliados y abusados.

Entre la Guerra que iniciará, yo me reiré de la falta de libertad de los ángeles y sentiré pena por aquellos como Luzbel que han sido juzgados por un Ser Supremo lleno de prejuicios.
Atravesaré el Portal confiando en que lograré liberar a quienes crea que lo merecen y ayudando a quienes pueda.

Me maravillaré de los amplios mundos que veré en el Infinito Viaje hacia el mundo que el cosmos prometió a su original habitante.
Caminaré sin descanso hasta llegar a la tierra en la que ahora viven dragones, elfos y enanos, cuidados por hechiceros y espíritus, mientras la naturaleza se regocija de tener sus nuevos hijos para criarlos y educarlos a vivir en plenitud.

Ángeles nos seguirán, juzgados nos pedirán paz, el Caos incluso nos dará la mano... mientras la ya corrupta humanidad morirá a mis espaldas.
Reiré del destino que yo quiero ver, comprenderé que lo que quiero sólo es un sueño... pero no puedo evitar querer llegar a cumplir mi meta.

Arcángeles se revelarán contra Yahvé en Araboth y buscarán el asilo donde los que me han seguido están, Luzbel encontrará al fin la paz en la causa por la que fue exiliada del Paraíso, los dragones volarán una vez más para conocer las nuevas tierras que vamos a habitar, regidos por las reglas de la tierra de la Llama Eterna, acostumbrando nuestras esencias a la realidad de la Tierra Prometida.

Quizás, en algún tiempo de reposo, pueda querer ver lo que quedó en el mundo en el que las profecías se cumplieron.
Quizás pueda valer la pena devolver a quienes quieran a las desoladas tierras en la que se convertirá tal mundo... el mundo en el que los ángeles y demonios nunca más regirán ni combatirán.

lunes, 2 de marzo de 2009

Comenzando el año

Ya estoy de vuelta en Stgo y admito que no es agradable.
Por mucho que haya extrañado mi hogar, mi paz en éste cuarto, mi amada... no me siento tranquilo ni mucho menos bien.

El reposo que logré ganar en La Serena parece no suficiente ante lo que siento desde el momento que atravesé las cumbres que separan a Stgo del resto de Chile. Anoche fue directamente la 2º noche que no pude dormir en paz ni mucho menos relajado.
Mi paciencia está poniéndose a prueba principalmente a las horas en las que menos quiero pensar, en las que más quiero sentirme tranquilo y seguro.

Las pesadillas de mi vida parecen seguirme fuertemente desde que trato de encontrar la paz en el mundo de los sueños.
Desde promesas que me dieron fuertes ilusiones y nunca se han cumplido, a situaciones muy complicadas que tuve que pasar el año pasado, me han hecho surgir una gran cantidad de sentimientos que no quería enfrentar con tanta fuerza, sobretodo estando recién recuperado de la operación con la que inicié el año.

Tristeza, Rabia, Rencor, Odio, Frustración, Resignación, Soledad, Impaciencia, Inseguridad...
Todo mezclado luego de tener su origen y acumulación de hace mucho tiempo. Siento que no puedo perdonar ninguno de esos sentimientos ni quien me los ha originado, aún cuando sea yo mismo el culpable.

Me siento perseguido y prepotente...
Y, lo peor de todo, es que los ojos rojos ya se han ido, han vuelto a mí...
Entonces... ¿quién me sigue ahora?

Vaya manerita de comenzar el año laboral.
Aparte de tener que lidiar contra todo esto, tengo que concentrarme en los estudios que me tocan éste año. ¿Tendré la fuerza para sobreponerme como siempre?

La verdad es que no lo creo...
Hace tiempo que la fuerza de mi espíritu ha decaído y que mi alma se ha apagado. Mis sueños, mi fuente de vida, hace tiempo que parecen imposibles...
¿Cómo podré hacerle frente a todo si incluso he perdido la seguridad en mí mismo, algo que me costó tanto mantener y que es parte de la mayoría de mi fuerza?

Quizás no terminaré bien éste año...
Por mucho que mi amada esté conmigo, eso no significa que pueda tomar toda la voluntad y fuerza que necesito del amor. La verdad es que no me ayuda mucho por ser como soy.
Quizás sólo un milagro podría darme la fuerza que necesito para vivir definitivamente y no a medias...

Pero hace mucho que dejé de creer en verdaderos milagros.