jueves, 31 de diciembre de 2009

Cerca del Fin

Como mi buen amigo Folken dijo en su blog, este momento de fin de año da una oportunidad de análisis, y en mi caso no es excepción.
Me pongo a pensar en lo que fue mi vida, en especial este año, y darme cuenta de cada uno de los detalles.

Si los detalles de mi vida ya están dispersos en diversas divagaciones plasmadas en distintos posts dentro de este mismísimo blog, debo admitir que he sufrido demasiados altibajos para un mero proceso de 4 años.
Desde comenzar a calmar mi eterna ira y abrirme a los demás, reconociendo los fuertes lazos de amistad y ligándome más a las diversas relaciones fraternales de mi vida, a volver a quién era manteniendo estas nuevas fronteras.

Las frustraciones han sido atroces e incesantes. Como he dicho, de una paso a otra, y cuando trato de sobrepasar el dolor, la barrera se solidifica para hacerme caer otra vez, si es que no peor.

Este año empecé en una cama de hospital, con el virus de la Salmonella Tifis en mi sangre, además del apéndice pudriéndose en mis entrañas. En el transcurso de los meses he tenido muchos problemas, muchas alegrías, muchas más frustraciones.
Pero nada peor como el término de año. El atropello ocurrido el pasado 26 de Noviembre me trajo tantas cosas en las cuales pensar que ya no sé en qué descargar tales emociones.

El atropello en sí me trajo la frustración por impotencia, la rabia por darme cuenta que un tercero puede poner en riesgo mi vida, la pena por ser tan frágil y débil y porque nada de lo que yo anhelo podría ocurrir.
Pero, lo peor de todo, es que también me trajo el velo de la muerte. Si bien el proceso que tuve a principio de año por la peritonitis y la salmonella fue de riesgo vital, el atropello en si fue un instante mortal.

Empecé el año confinado a una habitación de hospital, ahora lo termino confinado a la mía propia.

Siento que no importa cuántas maldiciones tire al Cielo y al Infierno, nada cambiará. Sigo con las mismas frustraciones, con más problemas, y con el velo mortal más apegado a mi alma.

Me he vuelto alguien atroz, alguien que sufre para tratar de vivir y para alegrar a quienes quiere… tanto quiero que todo cambie que incluso temo perderlo todo en el cambio.
Quizás no haya nada bueno para mi futuro, pero al menos espero poder disfrutar el tiempo que tengo.

Gracias a todos los que me acompañan y me han acompañado en su momento, sin importar el sufrimiento que haya tenido. Gracias por darme recuerdos a los que apegarme y sueños a los que ligar mi nostalgia.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Fin de Año

Al fin está terminando este año, un maldito año que tuvo muchos más problemas y dolencias que días alegres. De hecho, en vez de estar feliz porque este año termina, estoy molesto y me dan ganas de asegurar de una manera u otra que el próximo sea definitivamente bueno.

Incluso mis adoloridas articulaciones, secuelas de mi accidente ocurrido hace un mes, me dan más ira que sufrimiento al pensar que por el descuido de un tercero terminé mal este año. En otras palabras, me da rabia pensar que por convivir con seres humanos, sobretodo gente que no conozco, yo termino sufriendo por su incompetencia y sinrazón de vivir.
Yahvé puede pudrirse en sus malditas páginas bíblicas mientras yo insisto en soñar la ruina para su mundo.

Por lo menos tengo harto desquite gracias a los gastos desmesurados de mi hermano mayor (cosa que puede porque tiene $$$).
Assassin’s Creed 2, Soul Calibur 4 y Guitar Hero 3 se han añadido al repertorio de mi perdida de horas de sueño para este verano y quizás las vacaciones que vengan.

Pero no es suficiente. No, nunca es suficiente.
Ni aunque me volviera la representación del Caos mismo y traiga la destrucción a esta humanidad podría calmar muchas de las cosas que siento.

Estoy harto de sentir que no puedo luchar contra mis propias frustraciones y rencores.
Es muy simples superarlos: pasar la barrera, el límite de que detiene mi avance para otorgarme frustración. Pero cada vez que creo que puedo superar ese límite, me llega una mala noticia indicándome que esa barrera es más fuerte y que yo he fracasado.

El estar en cama hace que vuelva a como soy realmente, y muchas cosas me molestan con demasiada facilidad. De hecho, ya tengo algunas rabias con unos pocos amigos, pero nada que no pueda controlar con unas pocas palabras.
Pero, de todos modos, eso me da algo de miedo. Si estuve mucho tiempo solo, y por soledad me volví así… ¿el volver a ser como era me dejará solo otra vez?

De todos modos, es esta clase de pruebas lo que demuestra una verdadera amistad. Y muchos la superaron tiempo atrás.
¿Podrán seguir manteniendo la compostura para ayudarme a encontrar algún día la paz?

jueves, 24 de diciembre de 2009

Holydays

Ya son fiestas de fin de año…
Materialismo, patrocinado por el viejo barrigón de rojo, y fiestas desmesuradas en nombre de la prosperidad, o bien llamadas “fiestas de Año Nuevo”.

No tengo mucho que decir al respecto.

Por una parte, desprecio estos días. Por otra, odio la misa religiosa en estos días.
Por un lado, el niñito interior está alegre de algunos regalos en este día. Por otra parte, mi yo interno se alegra más por la cercanía de personas en estos días.

Ahora me siento levemente alegre por estar incapacitado y quizás no poder asistir a ninguna mierda en este día ni a fin de año.



Me siento molesto por tener que buscar una manera de entretenerme hasta media noche ya que no puedo moverme como quisiera.



Tengo unas ganas terribles de decir a todo el mundo humano “LOS ODIO A TODOS”.

Ah, y también lo siguiente:
“¡GRACIAS! ¡BUENAS NOCHES!”

Jajajajajaja.

viernes, 18 de diciembre de 2009

The Price of Freedom

Durante estos días he recordado mis ansias de ser libre, de dejar de una vez por todas la prisión que significa este mundo humano… y con mayor razón he llegado a pensar tanto en que no hay libertad como en que quizás el precio es demasiado alto.

Pero no es fácil hablar de libertad si hay distintos puntos de vista respecto a ella, además de existir diversos niveles de libertad, los cuales requieren diversos precios.

Está más que claro que la sensación de libertad es completamente diferente a la de alegría, por mucho que se asemejen y, obviamente, estén relacionadas.
La libertad es una emoción que no se genera en la mente ni en las profundidades del corazón, sino que se siente en todo el ser pues nace directamente del alma. La entidad se maravilla de las sensaciones que florecen en sus poros gracias a esta enorme emoción.

En algunos casos, la libertad se limita a sentirse sin pesares, a dejar de estar presionado por deberes o por personas molestas. En otros casos es lograr salir de un lugar o al fin llegar donde soñaba. En otros casos más actuales es lograr trabajar en lo que a uno le gusta y como a uno le gusta.
Otros casos más emotivos, es estar con las personas que uno quiere, o lograr reunir a la familia en momentos difíciles.

Para mí, es lograr olvidar todo lo que me hace mal y buscar una vida mejor. Es dejar atrás la vida que nunca quise y darle una vuelta que se dirija más hacia mis sueños.

Pero, ¿qué precio requiere darle la libertad a tus sueños para que estos sean posibles?
¿Será el precio de llegar hasta el final de tu propio Destino? Pues, para algo así, no creo que se pueda cambiar el Destino.

En algunos casos, el precio de libertad no supera el requerimiento de esfuerzo, desde algo de valentía hasta sudar sangre. En otros casos, requiere volverse una persona completa, siempre dispuesta y que avance por sus ideales.

En otros casos…

Es algo trillado, a decir verdad, pero en muchos casos pareciera ser la muerte la única solución, el único precio aceptable, para lograr el cambio o la meta.
Como los caballeros de historias épicas que sacrificaban sus vidas por el Bien Mayor, por sus ideales, por su entendimiento del Destino. O como en los juegos y en películas en que se muere buscando un sueño o un mero ideal, o bien protegiendo los sueños e ideales de otros.

Pero, si lo de uno es más egoísta y, a la vez, de gran magnitud… ¿Cuál es el precio indicado?
¿Cuál es el precio que debo pagar por soñar?

Yo he tenido una vida sufrida, sin saber la razón por la que pago con dolor… pero ahora se ha vuelto más difícil, haciéndome pagar con sangre y yo sin comprender qué mal he hecho.

Algunos le dirían “mala suerte”. Yo no creo que sea tan simple.
Otros dicen que Dios tiene un plan mayor y me está poniendo a prueba. Yo no creo que Yahvé piense en mi persona si ni siquiera es capaz de darme una mísera suerte o paz mientras que a otros les da fortuna.
Quizás el más excéntrico diría que es Destino. Para mí el Destino aún no llega, pues podría haber llegado de golpe por segunda vez y no me ha terminado.

Algo estoy pagando con dolor, eso es seguro… pero, ¿será libertad?
¿O es el preparativo para algo más peligroso?

Quizás en unos cuantos años más… no pueda siquiera recordar como debería sentirse la libertad como la he llegado a soñar.

Pero, ahora que lo pienso…

Si el precio de libertad es demasiado alto para mí… todo este sufrimiento sería…
¿Todo este sufrimiento sería por el precio de vivir?

domingo, 13 de diciembre de 2009

Sombras

Realmente detesto estar encerrado en mi habitación sin muchas cosas que me distraigan. De hecho, en este punto, las visitas son algo demasiado preciado por lo mismo.

Gran parte del tiempo estoy enfrascado en mis dolores y, a través de ellos, en mis pensamientos desesperados… pero también estoy acercándome demasiado a la fuente misma de mis nostalgias y frustraciones, donde me siento molesto y solo.
Aquellas imágenes que yo adoraba por ser hermosos sueños se tornan bosques profundos llenos de pesar, profundidades llenas de visiones que estremecen mi corazón y me hacen caer más en mi propio abismo.

Por suerte en tal abismo no estoy solo ni triste, pero de todos modos no puedo evitar las frustraciones ni la incapacidad de seguir un camino con mucha pasión.

De todos modos, me alegra mucho volver a ver tales sueños, mas estoy con una creciente necesidad de compañía y distracción… y pocas cosas me distraen lo suficiente.

Éste será un verano largo y complicado.
Básicamente no he podido dormir bien y me siento demasiado estático.

Muchas de las cosas que quería hacer no las podré hacer, pero eso no me molesta. Lo que me molesta es que todo lo que se vino abajo con el mismo atropello.
Tantas cosas creí que sucederían en día que tuviera un accidente como éste y no pasó nada. Absolutamente nada.

Ni siquiera el mismo susurro del viento me ha dado aliento ni respuestas por ello.

Tengo muchas inspiraciones que satisfacer, pero ninguna hada me acompaña ahora. Nunca creí que dentro de mis mismos sueños lograría encontrar la cruel soledad a la que tanto temí.
Todo esto sigue demostrando que, dentro de lo que alguna vez personas me dijeron, sigo siendo un mero mortal con demasiada mala suerte. Ni la posibilidad de un plan maestro que Yahvé tiene para mí me alegra en lo absoluto al ver que ni siquiera él se ha pronunciado, a excepción de que alguien le dé la gracia a él por tener un disparo de suerte y sobrevivir a dos situaciones mortales (quizás tres).

Esta desesperación se vuelve tan profunda como la que una vez tuve ya hace cinco años, carcomiendo las fortalezas que una vez construí para no caer en las sombras de mi propia complejidad…



…no sé que hacer…



¿Existe algo que me devuelva siquiera la seguridad para volver a caminar por las calles?
¿Hay algo que me pueda dar razones para volver a creer en los sueños que tanto anhelo?

jueves, 10 de diciembre de 2009

Desde el abismo

Algunos ya lo saben, pero desde el 26 de Noviembre -hace un par de jueves- estoy principalmente en cama porque me atropellaron aquel día. Después de una operación y estar una semana en la clínica, ahora estoy en reposo para que mi fémur se suelde y empiece a caminar otra vez.

[Chiste cruel] Parece que la petición de bendición de don Jaime realmente llegó a Dios… tanto me ama Yahvé que me pasó esto, je.

Bueno, de todos modos, ahora estoy mejor. La universidad me dio las posibilidades para terminar bien mi semestre y recuperé mi computador que, milagrosamente, estaba completamente bien a excepción del disco duro… al cual se le recuperó toda la información. Me ahorré de formatear y demás, jajajaja.

Ahora solo estoy cansado y tengo muchos dolores, sobretodo en el hombro derecho que fue donde recibí el mayor impacto (me llevé el parabrisas del auto como recuerdo), además de la fractura de la pierna.
Me cuesta dormir y necesito varios fármacos para aplacar el dolor durante la noche… pero creo que estoy mucho mejor que cuando me dio Salmonella (o Tifus) en Enero.

Claro, la diferencia principal que me han hecho ver es que entonces tuve un proceso que arriesgó mi vida… en cambio ahora tuve un instante en que era de vida o muerte. Lo mismo, pero en un lapsus de tiempo mucho menor.

Lo único bueno de todo esto es que el estrés bajará velozmente (a excepción del estrés producido por el dolor) y que tengo ánimos para leer, escribir y dibujar. Tengo ganas de hacer tantas cosas que incluso me da flojera hacerlas, jaja.

Lo único que me queda es dar gracias a todos aquellos que se preocuparon y a aquellos que además me han visitado.
Lo aprecio mucho, en serio.

Pero, aparte de todo ello, de todos modos me siento muy abandonado. En el mismo instante en que recibí el impacto, mis sueños murieron y comprendí que todo lo que alguna vez esperaba no surgirá jamás.

Definitivamente soy mortal… e incluso en eso me equivoqué.

De cualquier manera, sigo feliz por la compañía que he recibido y por los sueños que ha vuelto a nacer.
Aunque tengo mucha nostalgia y frustración también…

Bueno, mi madre insiste en que, habiéndome pasado dos situaciones mortales en el mismo año y yo habiendo sobrevivido, Yahvé tiene un rol especial para mí.
Creerlo o no, ya no me concierne realmente… y por muchas razones.

Lo único que comprendí es que mi más grande error siempre será soñar… pero no puedo dejar de hacerlo, es como dejar de ser yo mismo.
¿Qué hacer cuando todo se ve de manera tan cruel?

¿Qué será finalmente de esta vida que jamás quise vivir?