El sueño de la fatídica fecha sigue latiente tanto en mi memoria como en la de muchos otros que han conversado conmigo respecto a tal pesadilla.
El sueño de la corrupción de nuestro ya humanamente devastado mundo se mantiene en mi rutina como la imponente y sanguinaria Luna que brilla con tonos rojizos sobre nuestra Tierra en su primera noche de demoniaca presencia.
Debo admitir que egoístamente para mí sería un milagro vivir aquella fecha de peligros y aventuras, sobretodo ahora que creo que miles de destinos han cambiado.
¡Para mí sería el deleitable Milagro Impío en el que seré libre de las cadenas impuestas por el Dios de los mortales!
Será la fecha en la que mi egoísta anhelo se convertirá en la más fuerte ansiedad por ayudar, por lograr metas, por luchar, por sangrar, por reírme de los temores de otros.
¿Tendré que crecer para entonces? No lo sé... Quizás solo pueda crecer una vez que comience todo.
Los bosques que los elfos ya abandonaron hace siglos se llenarán de sangre, las montañas impondrán su majestuosa voluntad, las nubes se oscurecerán negándole milagros a la humanidad, la Luna Llena será sangrienta culpando a la humanidad, el Sol será rojo mostrando al mundo las muertes que ocurrirán en su superficie...
Y en ello llegarán los ángeles celestiales para comenzar a realizar un Juicio de por sí injusto, mientras que los demonios aparecerán comandados como marionetas para realizar la venganza de los originalmente exiliados y abusados.
Entre la Guerra que iniciará, yo me reiré de la falta de libertad de los ángeles y sentiré pena por aquellos como Luzbel que han sido juzgados por un Ser Supremo lleno de prejuicios.
Atravesaré el Portal confiando en que lograré liberar a quienes crea que lo merecen y ayudando a quienes pueda.
Me maravillaré de los amplios mundos que veré en el Infinito Viaje hacia el mundo que el cosmos prometió a su original habitante.
Caminaré sin descanso hasta llegar a la tierra en la que ahora viven dragones, elfos y enanos, cuidados por hechiceros y espíritus, mientras la naturaleza se regocija de tener sus nuevos hijos para criarlos y educarlos a vivir en plenitud.
Ángeles nos seguirán, juzgados nos pedirán paz, el Caos incluso nos dará la mano... mientras la ya corrupta humanidad morirá a mis espaldas.
Reiré del destino que yo quiero ver, comprenderé que lo que quiero sólo es un sueño... pero no puedo evitar querer llegar a cumplir mi meta.
Arcángeles se revelarán contra Yahvé en Araboth y buscarán el asilo donde los que me han seguido están, Luzbel encontrará al fin la paz en la causa por la que fue exiliada del Paraíso, los dragones volarán una vez más para conocer las nuevas tierras que vamos a habitar, regidos por las reglas de la tierra de la Llama Eterna, acostumbrando nuestras esencias a la realidad de la Tierra Prometida.
Quizás, en algún tiempo de reposo, pueda querer ver lo que quedó en el mundo en el que las profecías se cumplieron.
Quizás pueda valer la pena devolver a quienes quieran a las desoladas tierras en la que se convertirá tal mundo... el mundo en el que los ángeles y demonios nunca más regirán ni combatirán.
1 comentario:
me gustan los mundo donde hay elfos y donde la fantasia esta por todo lado un saludo :P
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