La verdad es que siento que ha pasado demasiado tiempo que no ponía algo que quería compartir con aquellas entidades inexistentes que mi conciencia me hace creer que leen este blog. Aunque hayan pasado 8 días, siento la necesidad de escribir algo para que exista la posibilidad de que algún alma me diga algo o me critique o se preocupe.
Sinceramente me da lo mismo. Lo que escribo ahora lo publico por este medio virtual solamente por el mero hecho de necesitar el sentir que alguien me lee o escucha, o quizás meramente porque quiero joder la conciencia de quien sea que se dé el tiempo de leer las típicas bazofias que pongo cada mes por este espacio público.
Aunque he intentado mantener la compostura, seguir siendo un buen amigo y anhelar la sacra compañía de quienes tanto estimo, e incluso el seguir riendo y siendo el mismo… admito rotundamente que estoy aborrecido.
Ya nada entra en mi conciencia ni en mis sentimientos como quisiera que ocurriera. Ahora soy un mero impulso, una vaga conciencia y un pensamiento pútrido de lo que alguna vez quise ser o quise lograr de mí mismo.
Maldición. No importa que contactos tenga o quienes se comuniquen conmigo… esa sensación vacía sigue invadiendo mi ser, llegando ahora con fuerza a mi mente para mantenerme desinteresado hasta de mi persona.
Los tipos de distracción han disminuido enormemente, la capacidad de mantenerme más como se supone que soy ha fallado paso a paso, y las grandes pasiones ya están comenzando a hartarme. Maldición, ¡hasta estoy aburrido de dibujar!
Aún cuando tire una gran cantidad de líneas al azar, las cuales formen una gran imagen, sigo aborrecido. Desde un gran Leviatán en grafito a un detallado Kraken en tinta… sigo perdido.
Los días de sueños han acabado. Mi capacidad de plasmarlos está fuertemente diezmada… Mi salud es mala y mis horas de descansos son imposibles; ni siquiera puedo dormir bien. Éste sería mi tercer año de frustraciones severas, donde nada de lo que alma alguna, ni siquiera la de algún pseudo-todopoderoso-y-misericordioso dios, podría remediar lo que en mi yace por derecho del Destino.
Si al recuperar mi computador y termino lo que estaba haciendo, y de eso mis proyectos resultan bien, quizás mi vida tome un vuelco mínimamente cercano a lo que quiero… mas eso sería quizás mucho pedir comparado a cada una de… de… Agh, todo eso, y por tantos años.
Es como pensar en el amor. Hay tantas cosas que podrían definirlo, que podrían complementarlo… ¿pero realmente es completamente y concretamente práctico?
O la vida en sí, ¿acaso no tiene chances de volverse vacía cuando existe ese sentimiento de lograr algo antes de que todo acabe? Y es menester recordar que “fin” es una palabra que se usa para demasiadas ocasiones, y cada proyecto o expectativa en la vida tiene un final previo o posterior al siguiente o anterior.
Todo esto me hace pensar… ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Con quién estoy? ¿Quiénes realmente me acompañan? ¿A dónde quiero ir? ¿Quién quiero ser? ¿Quiénes realmente me seguirán? ¿Cuáles son mis verdaderos lazos? ¿Es posible que el bien y el mal sean lo mismo, al igual que la luz y la oscuridad?