Bueno. Comenzó nuevamente el periodo estudiantil y, con
él, volví al departamento de mi padre. Por un lado, me gusta estar con él
(porque nuestra comunicación es súper baja), pero por otro lo detesto.
Partiendo, cometí el asombroso error de contarle respecto
a mi trabajo como ilustrador para Timeless Entertainment Studios. Aún no le
entra en la cabeza que la empresa es nueva, que la remuneración para todos se
basa en utilidades tras el lanzamiento de algún juego, y que no recibir dinero
es igual para todos los que participan en este trabajo.
“¿Cuándo te pagan? ¿Cuánto te pagarán? ¿Cómo te pagarán?
¿Y cómo te pagarán?” Son las preguntas que me hace cada vez que recuerda el
tema. Yo, amablemente, debo tolerar, intentar explicar tanto la situación de la
empresa como mi contrato (mil y un veces).
Fuera de ello, en una comida, el muy agradable se acordó
de cuando estuve en la Escuela de Aviación como soldado estudiante. Insistió,
para variar, en por qué no me quedé. No le entra en la cabeza que sopesé cosas para
mí mucho más importantes que beneficios y sueldos. No soporta la idea de que no
hice lo que él quería.
Y todo ello sin considerar que ya está relativamente
molesto porque, debido a los requerimientos de mi trabajo, me tuvo que comprar
un computador nuevo. Es decir, el hombre es jodidamente tacaño (porque él tiene
muchas cosas caras y bonitas), cree que él está trabajando por mí, y además
cree que yo debo hacer lo que él considera “bueno”.
Maldita sea, como si no bastara con los años de tener que
tolerar que me comparara con mis hermanos mayores, que fueron los genios de la familia. Como si no bastara
con que él, descaradamente, reclama por cosas que rayan en la hipocresía, jode
por tonteras que no le incumben, casi me dice en la cara que mejor me mate
trabajando para que él no tenga que pagar más por mis necesidades.
A veces le baja el amor, pero normalmente es tan
desagradable…
Definitivamente… se me acabaron las vacaciones. Realmente
quisiera tener el capital para vivir solo, tener mis cosas en orden y, quizás,
llamarlo una vez a la semana y verlo unas pocas veces al mes.
A veces quisiera que mi familia hubiera aprendido la
lección en las dos veces que casi me muero…
1 comentario:
Pero si el te compró el computador para la pega es como obvio que va a andar preocupado en que te paguen para que no tenga que seguir comprándote cosas en el futuro. Me imagino que el, siendo de la generación ya pasada no entiende (ni va a entender) como este tipo de cosas funcionan.
Paciencia y trabajo duro es todo lo que te puedo recomendar, amigo mío.
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