jueves, 5 de julio de 2007

Ojos rojos y un alma encadenada...

Los recuerdos de una vida y las sombras de estos... Las cargas que la gente impone y las agonías de los sueños que han sido destruidos.

La sangre se llena de ira, mientras que el alma se aprisiona lentamente por todo lo que la vida y el mundo le hacen, encadenándola con gruesos eslabones negros y espinosos.

La cruz es puesta en su lugar, mientras la sangre se derrama lentamente y los ojos se vuelven rojos ante el berserker interior.

"Mantén el control... Vamos, aguanta un poco más... Algún día serás libre, pero para ello debes aguantar y mantener firme a tu propio caos. Mantente firme como lo haz hecho todo éste tiempo, pues tú eres el dueño de tu cuerpo y de tu esencia..."

Pero esos ojos rojos te siguen... Te cazan tratando de que los deje libres cuan furioso dragón rojo que se libra de sus cadenas, de los humanos que lograron milagrosamente atraparlo. Te vigilan como un hambriento demonio sigue a su presa.

Los grilletes pesan en tus muñecas y en tus tobillos, mientras la cruz crece y aumenta su peso con el paso del tiempo... Las cadenas se apretan lentamente, mientras la ira de esos ojos aumenta y anhela más y más ver la sangre de aquel pobre ser que algún día caerá en sus manos...

Solo recuerda esto: Algún día encontrarás tu lugar de descanso, aquél corazón que te ayudará a zafarte lentamente de esas gruesas y pesadas cadenas... Pero debes esforzarte por lograr la libertad que anhelas, pues nunca te librarás de aquella carga que incluso tus padres han puesto sobre tus hombros... Al menos no así de fácil...

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta muy bueno...
parece comoun poema en prosa.

el martes fui al nacional y un profe me dijo que estaba la crema con la direccion...ok, te dejo..