Me impresiona un tanto ser capaz de escribir dos posts en la misma noche. No suelo querer tanto desquite escrito a menos que sea escribiendo en mis historias.
Mas no puedo evitarlo, requiero despejarme un poco antes de ir a dormir.
El ilusorio paso de un calendario a otro me trae demasiados rencores como para ser contenido y descansar bien.
No puedo retener esta ira, esta frustración, esta maldición.
Como dije en el post anterior, me he vuelto alguien atroz, un monstruo encerrado en sueño y centrándose en el dolor que producen las cadenas que tiene sobre el alma.
La sed de sangre no satisfará el sufrimiento, ni el desquite calmará la rabia. Los ojos rojos permanecen donde pertenecen aún cuando están ocultos en una vida más pasiva y de emociones más suaves que los esperados en los sueños o los producidos por los rencores y frustraciones.
Ya no tengo a quién echarle la culpa de mi dolor. Si bien la personificación principal es Yahvé y el Destino, no puedo tampoco pensar que sea mi propia culpa, a menos que sea en el sentido de que el sufrimiento es porque soy un soñador, es mi culpa ser así.
Ni la Luna Llena ni el susurro del viento calman mis ansias de la libertad…
Quizás ayude un poco una sílfide que ronda en mi imaginación, pero si apareciera no sabría distinguirla de una ilusión ante mis prontas fallas mentales.
Tantos males he de tener… que no sé qué esperar. Me siento incluso asqueado de la voluntad de los demás cuando siquiera dicen que tengo que mejorarme en un sentido de mandato.
Quisiera que todo terminara pronto, pero igual temo por los sentimientos y el bienestar de quienes me rodean…
PD: Feliz post #100
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