Suficiente. No importa quienes sean, ni qué relaciones existan… imposible soportar tales palabras.
Alguien que NO me conoce es el primero en callar y hacer caso omiso de cualquier palabra mía. Es más, ni siquiera encuentro razón de enviarle palabra alguna de la índole con la que escribo normalmente en este espacio… Sinceramente, alguien que me conoce vagamente es el primero en decir “Es una prueba divina, tómatelo con calma”, ¡sobretodo si ni siquiera se da el mero momento de pensamiento y de corroborar lo que me conoce!
Tal maldita frase es la primera que alguien que cree en una fe y no se da la paja de pensar dice.
¿Qué es Dios realmente? No hay prueba divina ni sufrimiento que valga, mucho menos que valga aprecio a su identidad. El tener lo que he tenido por prácticamente toda mi vida no es señal de una prueba.
¿Quieren saber lo que es una infancia sufrida? Da igual. Mientras uno no lo viva no lo comprende…
Claro está, yo fui levemente feliz entonces porque era lo suficientemente ingenuo e inocente para no darme cuenta de mi propio sufrimiento. Mas, ahora que soy mayor y tengo conciencia me doy cuenta que nunca he sido realmente feliz ni satisfecho.
Sólo los mendigos y realmente pobres nacieron sin un real sufrimiento al ser ingenuos; mas aquellos que han tenido una vida plena y la han perdido conocen el sufrimiento, y cuando se acostumbran a ella descubren la felicidad tras ese sufrimiento consideran que lo que han pasado es una prueba divina hacia una vida mejor.
Lo que me empelota más aún es que las pruebas divinas sólo son realizadas a héroes y semi-dioses, quienes sacrifican todo por lo que creen correcto y por gloria a sus nombres y dinastías. Si yo fuese una clase de héroe o estuviera destinado a ello, mi prueba divina sería para tomar el pútrido corazón de la ingenuidad humana y los corazones de los mismos dioses en mis insatisfechas y crueles manos manchadas en la oscuridad perpetua del Caos.
Yo he visto muchas veces con mis ojos mortales la realidad del Paraíso y del Infierno, he visto la verdad tras dioses y demonios, tras ángeles y mortales. Que nadie se le ocurra, después de todo lo que he sufrido, decirme que es cosa de mantener la compostura y creer que es una prueba divina para que venga algo mejor a futuro.
Me da igual si todo esto es el sentimiento de carencia por alguna cosa que desconozco de mi propia infancia, mas creo que todos deberían comprender que hay más realidades de las que una estúpida y pútrida fe o realidad podría otorgar.
Incluso en el mundo prometido por Yahvé existen almas que tienen una vida triste y sufrida porque el Destino así lo dispuso. Si yo soy una de esas almas, ¿por qué mierda todos me joden con que confíe en que necesito ayuda y de que después un pseudo-misericordioso dios me dará una vida mejor?
Si yo he de reclamar es porque existe el anhelo de algo mejor. Si yo he de de frustrarme es porque sé que existe algo mejor. Si yo reconozco que sufro y soy un monstruo es porque tengo el coraje y la madurez suficiente para reconocer incluso las verdades de mi pasado, presente y futuros.
La vida no da sorpresas. El destino absoluto y controlador no existe, pues uno mismo crea su destino y su vida… Mas si existe el Destino definitivo, el ineludible que crea casos de cambios abruptos a la realidad.
Si yo he de decir que estoy muerto y que más no existe nada mortal que lo remedie, es porque reconozco lo que soy y que he fallado en lo que he querido de mí mismo.
"For too long I've been parched of thirst and unable to quench it! Too long I've been starvin' to death and haven't died! I feel nothing! Not the wind on my face, nor the spray of the sea... nor the warmth of a woman's flesh. Ye'd best start believin' in ghost stories, Miss Turner. Yer in one!"
Alguien que NO me conoce es el primero en callar y hacer caso omiso de cualquier palabra mía. Es más, ni siquiera encuentro razón de enviarle palabra alguna de la índole con la que escribo normalmente en este espacio… Sinceramente, alguien que me conoce vagamente es el primero en decir “Es una prueba divina, tómatelo con calma”, ¡sobretodo si ni siquiera se da el mero momento de pensamiento y de corroborar lo que me conoce!
Tal maldita frase es la primera que alguien que cree en una fe y no se da la paja de pensar dice.
¿Qué es Dios realmente? No hay prueba divina ni sufrimiento que valga, mucho menos que valga aprecio a su identidad. El tener lo que he tenido por prácticamente toda mi vida no es señal de una prueba.
¿Quieren saber lo que es una infancia sufrida? Da igual. Mientras uno no lo viva no lo comprende…
Claro está, yo fui levemente feliz entonces porque era lo suficientemente ingenuo e inocente para no darme cuenta de mi propio sufrimiento. Mas, ahora que soy mayor y tengo conciencia me doy cuenta que nunca he sido realmente feliz ni satisfecho.
Sólo los mendigos y realmente pobres nacieron sin un real sufrimiento al ser ingenuos; mas aquellos que han tenido una vida plena y la han perdido conocen el sufrimiento, y cuando se acostumbran a ella descubren la felicidad tras ese sufrimiento consideran que lo que han pasado es una prueba divina hacia una vida mejor.
Lo que me empelota más aún es que las pruebas divinas sólo son realizadas a héroes y semi-dioses, quienes sacrifican todo por lo que creen correcto y por gloria a sus nombres y dinastías. Si yo fuese una clase de héroe o estuviera destinado a ello, mi prueba divina sería para tomar el pútrido corazón de la ingenuidad humana y los corazones de los mismos dioses en mis insatisfechas y crueles manos manchadas en la oscuridad perpetua del Caos.
Yo he visto muchas veces con mis ojos mortales la realidad del Paraíso y del Infierno, he visto la verdad tras dioses y demonios, tras ángeles y mortales. Que nadie se le ocurra, después de todo lo que he sufrido, decirme que es cosa de mantener la compostura y creer que es una prueba divina para que venga algo mejor a futuro.
Me da igual si todo esto es el sentimiento de carencia por alguna cosa que desconozco de mi propia infancia, mas creo que todos deberían comprender que hay más realidades de las que una estúpida y pútrida fe o realidad podría otorgar.
Incluso en el mundo prometido por Yahvé existen almas que tienen una vida triste y sufrida porque el Destino así lo dispuso. Si yo soy una de esas almas, ¿por qué mierda todos me joden con que confíe en que necesito ayuda y de que después un pseudo-misericordioso dios me dará una vida mejor?
Si yo he de reclamar es porque existe el anhelo de algo mejor. Si yo he de de frustrarme es porque sé que existe algo mejor. Si yo reconozco que sufro y soy un monstruo es porque tengo el coraje y la madurez suficiente para reconocer incluso las verdades de mi pasado, presente y futuros.
La vida no da sorpresas. El destino absoluto y controlador no existe, pues uno mismo crea su destino y su vida… Mas si existe el Destino definitivo, el ineludible que crea casos de cambios abruptos a la realidad.
Si yo he de decir que estoy muerto y que más no existe nada mortal que lo remedie, es porque reconozco lo que soy y que he fallado en lo que he querido de mí mismo.
"For too long I've been parched of thirst and unable to quench it! Too long I've been starvin' to death and haven't died! I feel nothing! Not the wind on my face, nor the spray of the sea... nor the warmth of a woman's flesh. Ye'd best start believin' in ghost stories, Miss Turner. Yer in one!"
Captain Hector Barbossa – Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl
1 comentario:
ayayyay, viejo, te parece si nos ponemos de acuerdo para conversar a la tarde? si puedes, pegame una llamada (estoy sin posibilidad de llamar) a eso de las 16:00, te parece?
cudiate, y espero te pueda ir a ver uno de estos dias
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