Aquí en La Serena todo es tranquilo en aspectos similares a los que se pueden esperar de Stgo, con la diferencia que hay playa…
La verdad es que igual corre mucho viento y me da algo de frío, pero eso no evita que la magia de un viaje entre en mi ser como lo ha hecho siempre desde que puedo recordar.
La posibilidad de recordar fácilmente gente que ya no veo, recordar tiempos que alguna vez viví o que quisiera vivir, reconocer impulsos y anhelos que espero llenar para sentirme pleno… todo está a flor de piel, brotando como si nada ante mis ojos, impregnándose en mis retinas…
Las hadas me acompañan un tanto silenciosas aquí, pero el viento se agita fuertemente, como si quisiera tomarme la mano e invitarme a volar con él.
He realizado como puedo todo lo que quiero, aprovechado levemente el poco de Internet que logramos obtener de aquí, pero igual siento que hay muchas cosas terrenales que me faltan, mientras mis ganas de realizar lo místico se me incrementan con la nitidez de los sueños.
En ciertos momentos extraño tantas cosas… mientras que en otros quisiera realizar otras tantas…
Los límites de la realidad y de la fantasía se vuelven tan insignificantes cuando cierro los ojos y me pongo a pensar, pero cada vez más me cuesta dormir.
Quizás es porque no quiero dejar de hacer cosas; tengo muchas ideas en mi cabeza de cosas que dibujar o cosas que realizar.
Me pregunto qué sería lo mejor hacer. ¿Sería bueno perseguir las sombras del pasado para dejar mi espíritu en paz? ¿O sería mejor buscar la manera de cumplir los sueños para dejar mi esencia entera en paz?
De cualquier manera, es cierto que quiero la compañía de los que quiero… pero no estoy seguro de realizar al final cualquiera de las anteriores opciones, por mucho que la primera sea más fácil al ser terrenal…
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