jueves, 2 de abril de 2009

Ahora son mis ojos rojos

He leído cada cosa, he escuchado cada cosa, he visto tantas cosas...
Las clases con Valentín Palome (mi profesor de Teoría de la Comunicación) me recuerdan tan fácilmente lo que soy en verdad; es más, me siento extrañamente igual a él mientras habla haciendo ver que ser éticamente malvado no es algo malo.

Luego de tener todos mis sueños hermosos durante estos últimos 3 o 4 años, me he sentido tan perdido... con tanta necesidad de un milagro que me lleve a cumplirlos, a encontrar esa sonrisa de oreja a oreja eterna, a sentirme pleno y en paz.
Pero ahora he vuelto a tener solo visiones de destrucción y muerte. He vuelto a sentir fuertemente en mi nariz el hedor de la humanidad y de su patética existencia.

Me considero abiertamente misántropo, cruel, malvado, racional, pensador, amargado y asesino... y no le veo nada de malo.
Soy así solo porque esas palabras son los nombres que le dan las personas a una actitud como la mía, y advierto a Yahvé que no me importa ir al Infierno luego de verlo frente a frente.

Las palabras jamás podrían expresar mis sentimientos, mis visiones, mis anhelos. La música solo podría distraerme y hacerme sentir en paz mientras no estoy en los brazos de mi amada ni en la compañía de mis amigos.
Las palabras dan lo que dan, ni más ni menos.

Casi no puedo creer que he llegado a olvidar lo que soy, la primera visión concreta que tuve de mi mismo: un ángel rechazado por los cielos simplemente por el hecho de tener alas negras.

Ahora no me importa... simplemente debo seguir luchando por mantener el auto-control para aparentar la normalidad en una sociedad decadente y asquerosa.
¿Cómo es que la gente no se da cuenta que no son nada especial? ¿Cómo es que nadie comprende que la humanidad no es más que una serie de chimpancés lampiños con disfraces (ropa)?
-Y ni siquiera podría decir que son chimpancés, pues son más patéticos que cualquier animal-

Los dragones se han ido, los elfos han desaparecido, las hadas parecen estar ocultas y sólo se puede oír rumores de pequeños nomos rondando en ciertas casas...
Sólo queda mi realidad...

Mis ojos rojos son mi ira contenida desde la decepcionante infancia hasta el odio a un dios hipócrita, caprichoso y machista.
Mis alas negras son mi conciencia que me recuerda cada cierto tiempo mi realidad, mi rechazo y mi abandono.
Mi espada es mi vida que lentamente perfora mi ya moribundo corazón poco a poco...

Quizás mi máxima meta sea librar mi espada de las profundidades de mi corazón para así liberar mi alma, pero ni siquiera eso pareciera que puedo lograr.
Es por ello que algún camino he de tomar, pero no puedo siquiera hacia mis sueños mirar en paz ya...

1 comentario:

takuya dijo...

la verdad, te veo mal, me preocupa, pero no puedo llegar y decir "cambia esa cara", es que siempre hay un tiempo para todo, para sonreir y para llorar, la amar y para sentir rabia.
lo que puedo hacer es tratar de animarte con comentarios estupidos y anecdotas sin importancia... y otra cosa que puedo hacer es no traspasarte mis problemas, asi solo te concentras es solucionar los tuyos

voy a llamarte en la noche para hablar de algunas cosillas y tal vez eso te haga sentir mejor, pero no prometo nada. ejjeje

visita mi blog, tengo noticias sobre la anime expo que quiero tratar contigo, asi podremos promocionar mas a crimson dreams y weas y chupadas de casco

see ya in the hell!!!!1